Nadie está mejor sin derechos nunca

La reciente pandemia del COVID 19 generó toda una revolución en las maneras de vivir para la población general. Supuso, entre otras cosas, hacer extensivo el riesgo a todas las personas,  agradecer con más o menos acierto a los sectores públicos sanitarios y  valorar a los trabajadores llamados esenciales para la supervivencia humana.

No hubo exclusiones en el caso de los afectados y, por tanto, tampoco marginación social. El escenario, podemos decir, fue más pacífico, sin culpas. No ha sido así la experiencia y la amenaza que convivió con nosotros desde los años 80 con el VIH/sida.

Estos son algunos aspectos diferenciadores que hoy 1 de diciembre de 2022, nos parecen importantes con la finalidad de poner en valor a las miles de mujeres que a lo largo de más de 30 años han sido las grandes agentes de salud ante el VIH, el sida y las ITS.

Constatamos lo poco que se habla de esta cuestión, más allá de ser consideradas población clave en estos años de lucha contra el sida.

Las mujeres que realizan sexo de pago  han tenido claro desde el primer momento que utilizar preservativos en los servicios y ocupaciones sigue siendo la medida más eficaz y más barata a la hora de protegernos y cuidar nuestra salud. El flujo de mujeres que se acerca al Centro Alba de forma ininterrumpida y voluntaria a recoger material preventivo ha seguido siendo abundante y constante a lo largo de este año.
Con ellas hemos aprendido los diferentes modos de utilización de los preservativos, las técnicas de negociación para la protección, el cuidado de los juguetes eróticos, entre unas y otras nos hemos hecho expertas combatiendo el VIH.

Por ello creemos necesario un homenaje social a todas ellas que hacen de la prevención una costumbre en aras de procurar la salud sexual colectiva de toda una sociedad.

Es preciso resaltar que el documento del Ministerio de Sanidad de nuestro país “Evaluación del Plan Estratégico de Prevención y Control del VIH y otras ITS 2017-2020” recoge como uno de sus retos hasta el 2025 lo siguiente: 

Promover los derechos humanos eliminando todos los obstáculos sociales y jurídicos para acceder a los servicios del VIH […] (por ejemplo las leyes punitivas que penalizan comportamientos de riesgo como el trabajo sexual y el consumo de drogas) …”

Y a pesar de ello, nos encontramos inmersas en la tramitación de una ley punitivista y criminalizadora del ejercicio de la prostitución en nuestro país. 

ONUSIDA recoge entre sus postulados que las leyes punitivas han demostrado bloquear el acceso a los servicios para el VIH, por ello la despenalización es un elemento esencial para poner fin a la epidemia de sida para el 2030. Con frecuencia, la legislación se aplica sin una base científica adecuada y actualizada en relación con el VIH.

La ley punitivista contra la prostitución condujo en Noruega, segun denunció Amnistía Internacional, a operaciones policiales de desahucios sistemáticos, registros en busca de preservativos como prueba coadyuvante de ejercicio de prostitución o aumento de la violencia e impunidad ante agresiones a mujeres.

Victimizar y criminalizar aumenta el estigma y el aislamiento, abocando a las personas a la clandestinidad, donde siempre se dan los mayores abusos. Se trata de perseguir y hacerle la vida imposible al virus y no a las personas.

Ya tenemos experiencia en que las políticas de austeridad recortan las estructuras de prevención y obstaculizan dramáticamente el acceso a las acciones y programas de atención directa y prevención cotidiana. Esta legislación que actualmente se encuentra en debate en España es una vuelta de tuerca más y no coloca a la salud y la promoción de la misma como elemento prioritario y de derecho en referencia a todo un sector de la población prácticamente femenino. La penalización del ejercicio de la prostitución en cualquiera de sus aspectos tiene consecuencias negativas  en términos de salud pública, violencia y bienestar.

El castigo no protege, la información y la prevención sí. Nadie está mejor sin derechos nunca.

1ONUSIDA (2021), Documento informativo sobre derechos humanoshttps://www.unaids.org/es/resources/documents/2021/05-hiv-human-rights-factsheet-sex-work

2Amnistía Internacional (2016), Noruega: El coste humano de «machacar el mercado» https://www.amnesty.org/es/documents/eur36/4130/2016/es/

A continuación compartimos las imágenes que forman parte de la campaña en redes sociales del Centro Alba con motivo del Día Mundial del Sida 2022.

Cúbreme

Este 1 de Diciembre, Día Internacional de la Lucha contra el SIDA, volvemos a recordarnos que la prevención es un continuo y que en esa cotidianeidad nos cuidamos desde la alegría y el disfrute, dejando a un lado el miedo que nos paraliza.

Nuestra campaña en redes sociales parte de esa idea y reivindica una vida afectivo sexual responsable y que cuida de una misma y del resto, pero también libre, gozosa y sin tabúes.

El diseño de Berta García (IG: @gamma__b) y Marta Gracia (IG: @SomnumFobia), de la Escuela Superior de Diseño de Aragón, lo refleja a la perfección.

1 de Diciembre – Día Mundial de la Lucha Contra el Sida

Este 1 de diciembre de 2021, 40 años después del primer diagnóstico de VIH, conocemos la historia de Carmen y su recorrido vital sorteando los prejuicios, los miedos ajenos y las deficiencias del sistema.

Preservativos sin culpa ni vergüenza

¿Cómo es posible que haya pasado ya un año? Es tan nítido el recuerdo que tengo del pasado 1 de diciembre que parece que lo hubiera vivido ayer… Desde que Carmen nos contó que es portadora del VIH nos juntamos ese día a comer en casa de nuestros amigos. El año pasado fue el primero (y en ese momento esperamos que el último) que no pudimos hacerlo: María estaba de viaje, y José y su pareja confinados a la espera del resultado de una PCR; cancelar la comida parecía lo más sensato.

Carmen no pareció disgustarse demasiado, estas fechas señaladas parecen ser más necesarias para nosotras, que albergamos mucho deseo por acompañar y mejorar las condiciones de vida de nuestra amiga, que para quienes conviven a diario con la enfermedad. Carmen se enfadaría si me escuchara decir que el VIH es una enfermedad con la que convive, no lo negaría, pero respondería algo así como “también convivo contigo y a veces me enfermas más que cualquier virus”. Una vez dejada atrás la atmósfera de incertidumbre que se instaló en su cuerpo, Carmen se ha hecho experta en la enfermedad. Lo que no esperaba es que tuviera que hacerse cargo también de las consecuencias sociales: convertirse en experta en habitar un mundo que la ha tejido con mil detalles, anécdotas y relatos falsos. Si el 1 de diciembre es necesario es para deshacer esos tejidos.

Carmen me dice que en las conversaciones en las que habla del VIH, no se desvela nada, ni sus preferencias sexuales, ni sus vicios. Normalmente se desvelan nuestros miedos e iras más irracionales, los prejuicios más aprehendidos. Si fuera una enfermedad transmisible a través del aire como el COVID y no de las relaciones sexuales, sería todo bien distinto, pero las personas nos volvemos peligrosamente desquiciadas en todo lo referente a la sexualidad, volcamos sobre ella una tensión que debemos abandonar para que el sexo pueda ser entendido desde lo afirmativo.

Carmen siempre reivindica su derecho a hablar de placer: “parece que solo estamos legitimados para hablar del dolor, mas no del goce”. Y es que pensándolo bien, saber que el VIH se transmite vía sexual, más que una realidad aterradora debería ser tranquilizadora, porque implica que es perfectamente evitable, que sabemos cómo cuidar de forma integral nuestra salud y mandar en nosotras con responsabilidad y disfrute. Nosotras hace ya mucho que aprendimos a incorporar el uso del preservativo como un momento de juego más dentro del sexo, a hacer de la necesidad virtud, de la prevención una costumbre, de la forma más sencilla y económica.

Todos nuestros amigos dieron por hecho que la presencia del virus limitaría nuestra vida sexual, que dejaríamos de practicar sexo fuera de la relación, pero ninguna de las dos estábamos dispuestas a que el VIH cambiara nuestras vidas, que las empequeñeciera. Resulta agotador tener que recordarles constantemente que el riesgo está en las prácticas y no en los grupos sociales. Que el sexo se realice en pareja o en grupo, en matrimonio o fuera de él, gratis o por dinero, con VIH o sin él, que sea heterosexual u homosexual no debe ser objeto de preocupación sanitaria, mientras se haga uso del preservativo, ningún acto sexual en sí mismo amenaza a la salud o la seguridad. Pero sospecho que todos los cuchicheos no tienen solo que ver con la desinformación, sino con haber entremezclado de forma interesada la moral con la salud desde hace tanto tiempo. La distinción entre el sexo bueno y el sexo malo y el estigma extremo y punitivo que ello conlleva para las personas que se quedan al otro lado de lo socialmente aceptable es anterior a la aparición del VIH. Las personas estigmatizadas son las que más han sufrido, pero los cambios sociales y legales que acarrea todo estigma nos afectan a todas. Una ética sexual pluralista, que insista en la responsabilidad partiendo de la variedad sexual como algo existente, es urgente.

Además de convivir en una sociedad que estigmatiza, somos parte de una sociedad neoliberal. A Carmen y a mí antes de dormir nos gusta imaginar cómo sería su realidad si el VIH no hubiera emergido en los 80, en el contexto de inicio del ciclo neoliberal del capitalismo. No somos ingenuas, nosotras revisamos nuestra responsabilidad personal, cada vez más personas lo hacen, nuestras amigas recorren la ciudad para recoger preservativos gratis en el Centro Alba, pero lo hacemos dentro de un sistema que muestra a diario sus deficiencias e intereses. Por eso imaginamos y luchamos, para que la medicina esté al fin al servicio de la salud y las personas, y no de las grandes farmacéuticas y por la movilización de recursos económicos y financieros públicos y de cooperación científica al servicio del bien común, por políticas de distribución democrática de la riqueza creada entre todas.

Así todas las personas podremos acceder a los recursos básicos: al sistema sanitario público, pero también a una vivienda en la que poder cuidarnos, una renta con la que pagar los medicamentos, a una educación sexual integral e inclusiva que permita reconocernos a todas como sujetos deseantes y deseables. Sin casa, o en una infravivienda, sin dinero ni recursos, sin apoyo social, en la situación en la que se encuentran muchas personas, es irrespetuoso pretender el cuidado de su salud. Lo mismo que el VIH no es cosa de otros, la necesidad de justicia social tampoco, como decimos en el Teatro Comunitario del Gancho: “Nadie está seguro hasta que todo el mundo esté a salvo”.

XV Certamen de carteles «En el Sida Pintamos Todos»

Un año más, desde el Centro Alba colaboramos como jurado en este concurso de carteles para jóvenes hasta 35 años.

«El Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza, convoca el XV certamen de carteles «En El Sida Pintamos Todos». Con este certamen se pretende que los/las jóvenes plasmen su percepción en relación al VIH-SIDA en un cartel que muestre inquietudes sobre el tema y ayude al compromiso social sobre la infección.»

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1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida

Este 1 de diciembre recordamos a las personas que se fueron y a las comunidades que luchan por la prevención, la no discriminación y la promoción de la salud. Cero transmisiones y cero discriminaciones…

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Hoy, día 30 de noviembre, el Centro Alba ha participado, junto al resto de entidades vinculadas a la lucha contra el VIH-sida y representantes del Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza, en la inauguración de una placa conmemorativa en el Parque Bruil.

Os dejamos con algunas imágenes y con el manifiesto suscrito por entidades y colectivos de la ciudad, leído durante la inauguración. Sigue leyendo

Viralizando prevención

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Imagen: Ministerio de Sanidad

La celebración del día 1 de diciembre para las organizaciones sociales que cada día nos ocupamos de hacer llegar la información, las medidas de prevención y el acompañamiento social, es una llamada, un recordatorio a la responsabilidad social y colectiva y a las relaciones humanas libres de los prejuicios que la ignorancia sobre el VIH/Sida provoca.

Constatamos que la ciencia va ganando pequeñas e importantes batallas para la salud de las personas afectadas a pesar de que los fabricantes de medicamentos, instalados en la codicia suponen una barrera inquebrantable para un acceso universal a los medicamentos en la globalidad de la humanidad.

Pero el avance no se encuentra solo en la ciencia. Sigue leyendo

Solicitud de contenedores para uso de los pacientes en su domicilio

Desde el Centro de Salud San Pablo se ha enviado una carta a diferentes instancias con el objetivo de que se vuelvan a suministrar contenedores de agujas a las personas que se autoadministran medicación inyectable. Esta iniciativa ha sido apoyada por el Consejo de Salud de dicho centro.

Contenedores de jeringuillas y agujas

 

Mediante el presente escrito solicitamos que por favor se faciliten al personal auxiliar del CS San Pablo contenedores de agujas para que los puedan distribuir a los pacientes que se  autoadministran medicación inyectable (básicamente pacientes diabéticos que se inyectan la insulina subcutánea y aquellos que ocasionalmente deben inyectarse Heparinas de Bajo Peso Molecular).

El Centro de Salud San Pablo está certificado con el sistema de Calidad ISO 2001:2008. Uno de los proyectos de mejora en los que se basa dicha certificación consiste en la «entrega de contenedores para la recogida de agujas usadas en domicilio y material a diabéticos» que está vigente desde el año 2009. En virtud de este proyecto los últimos años se han estado suministrando estos contenedores en nuestro centro de salud, lo que ha supuesto que los accidentes por pinchazos accidentales en la calle o en los propios domicilios hayan desaparecido prácticamente en nuestro barrio.

Se trata de preservar el derecho a la protección de la salud recogido en el art. 43 de la Constitución Española,  siendo “competencia de los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las  prestaciones y servicios necesarios”. Asimismo el Decreto 29/1995, de la Diputación General de Aragón, de gestión de los residuos sanitarios en la Comunidad Autónoma de Aragón regula la “gestión de residuos sanitarios específicos o de riesgo (grupo III) como los residuos punzantes y/ o cortantes,  que requieren el uso de medidas de prevención en su manipulación, recogida, almacenamiento , transporte, tratamiento y eliminación, tanto dentro como fuera del centro generador,  toda vez que pueden representar un riesgo para la salud laboral y pública”.

Por otro lado, uno de los valores más importantes que se intenta transmitir a los pacientes con enfermedades crónicas es que se hagan cargo de sus propios cuidados fomentando su autonomía, y el hecho de facilitarles el material necesario para desechar los residuos biológicos de forma segura va en esa dirección. Por ello, aunque se produzcan en los domicilios del paciente, son residuos sanitarios generados por tratamientos pautados por el Salud y creemos que no podemos desentendernos de los mismos.

Con la decisión de no suministrar estos contenedores se da la situación paradójica de que si un profesional sanitario acude al domicilio de un paciente para suministrarle medicación inyectada, lleva su propio contenedor donde retira las agujas para su correcta eliminación; por el contrario si es el propio paciente o un familiar quien administra esa medicación tiene que hacerse cargo de ese material por sus medios sin garantías de seguridad.

Durante las semanas que llevamos sin poder suministrar dichos contenedores, ya se han producido numerosas quejas escritas de los propios pacientes que conocían su utilización correcta desde hace años tras la labor de educación sanitaria que se hizo en su día. También se ha producido el pinchazo accidental en la calle de una niña cuyo padre cursó también la correspondiente reclamación.

Por todo ello solicitamos que por favor se reconsidere la decisión tomada de forma que se recupere el buen funcionamiento de un proceso que no ha dado problemas durante años. A esta solicitud se adhieren también los integrantes del Consejo de Salud de nuestra zona como representantes de los diferentes colectivos que lo componen.

Creemos que el ahorro económico que pueda suponer no gestionar el suministro de estos contenedores a los pacientes, su recogida y eliminación no compensa los trastornos que ocasiona y el riesgo diario que se asume.

Quedamos a la espera de una respuesta favorable a nuestra solicitud.

Reciban un saludo cordial.

 

 

(1 Diciembre x 365) = Fórmula Centro Alba

Haciendo de la prevención costumbre

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Un año más, 1 de Diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el VIH y el SIDA.

Nos sumamos a este día con este sencillo enunciado que reconoce que las medidas de prevención que tendrán más éxito son aquellas que incorporamos como rutina a nuestra vida cotidiana.

Hoy volvemos a especificar el riesgo del VIH como una infección de transmisión sexual de la que cualquier persona sexualmente activa puede estar afectada, queriendo hacer de las medidas de prevención nuestra costumbre de cada día. A estas alturas de la historia, sabemos que no es cosa de otros…

La inevitabilidad, la sensación de que algo escapa a nuestro control, bien por desconocimiento de los factores de riesgo o por la imposibilidad de llevar a cabo las medidas preventivas en tantas enfermedades, contrasta con la experiencia del VIH, un virus que devuelve el poder a las personas al hacer de la evitación su esencia.

Por lo tanto, esta Fórmula Centro Alba nos conviene y nos protege; significa utilizar preservativos en nuestras relaciones sexuales con personas de las que desconocemos su historial sexual y su situación serológica. Sigue siendo la medida más eficaz y más barata a la hora de mantener relaciones sexuales seguras.

Vivir de espaldas a los riesgos sexuales es negar una parte importante de la vida relacional de las personas. Es creer que “el no hablar de ello”, lo convierte en inexistente. Nada más lejos de un cuidado integral de nuestra salud.

No podemos revisarnos en nuestra responsabilidad personal si no señalamos al mismo tiempo las deficiencias del sistema. Las enfermedades transmisibles requieren un abordaje de sinceridad, de contextualización y la incorporación de variables sociales en el ámbito sanitario. Moralizar o enjuiciar, así como estigmatizar, como hemos dicho en anteriores ocasiones, «son peores que el virus«!!!

Por último, afirmamos que nuestras defensas ante el VIH seguirán aumentando en la medida que defendamos un sistema de salud de acceso universal y una financiación real de las políticas de prevención y promoción de la salud. Aumentarán estas defensas si se desarrolla una gestión democrática de los bienes comunes, como por ejemplo, una educación inclusiva y en libertad y una apuesta por el cuidado, al fin y al cabo, una medicina puesta al servicio de la salud y no al de otros intereses.

Solo poniendo a las personas en el centro de la buena vida, seremos también inmunes al VIH.